Desmontando el deslizador

En el preciso momento en que tocas el deslizador, suena una alarma. La rampa se cierra antes de poder escapar, y en pocos segundos la cubierta de transporte está rebosando de soldados. La resistencia no tiene sentido... por eso cargas contra ellos...

El oficial imperial pasea negligentemente sobre vuestros cuerpos pasalizados. "Hmm. ¿No estabais a gusto con vuestros aposentos?" pregunta amablemente. "Quizás encontremos algo más de vuestro agrado." Pulsa aquí.